LA IMPORTANCIA DE CUIDAR A LOS EXPATRIADOS – RETENCIÓN DEL TALENTO

[:es][:es]En los últimos meses, las redes sociales me han lanzado en varias ocasiones la siguiente frase de Richard Branson (fundador del grupo  Virgin):

“Los clientes no son lo primero, lo primero son los empleados.

Si cuidas de tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes”

Definitivamente, si la retención del talento tuviera que resumirse en una frase, creo que pocas serían más adecuadas. Y si en los últimos años, tuviéramos que hacer un “ranking” para la retención del talento, los expatriados ocuparían sin duda una de las primeras posiciones.

Los que lo hayan vivido en primera persona desde un punto de vista de negocio o de recursos humanos, sabrán que la selección de una persona para realizar un proyecto en el extranjero no es sencilla. Se trata de proyectos prioritarios en los que los empleados son “lanzados” a un mundo desconocido en el que trabajarán de forma radicalmente diferente a la que están acostumbrados, fuera de la famosa “zona de confort” y generalmente a un ritmo con intensidad muy elevada.

No es menos cierto que se trata de situaciones que se convierten en muchas ocasiones en trampolines que llenan de oportunidades laborales a dicho empleado y abren puertas hasta el momento desconocidas, pero sin duda, durante dicho desplazamiento, el expatriado abre nuestra empresa al mundo, es una de las caras del negocio, uno de sus principales escaparates.

El ritmo de trabajo y el día a día hace que muchas veces se nos “olvide” cuidar ese talento, o que simplemente, no tengamos tiempo o recursos para dedicar a ese porcentaje de empleados minoritario (en número), un cuidado que podría resumirse en tres palabras: información, contacto y cercanía.

Los expatriados no saben dónde están, no conocen la normativa (y en determinados lugares ni el idioma) del país donde han sido enviados, la cultura, las costumbres… otorgar información y buscarla para ellos marca la diferencia.

Los expatriados echan de menos una “llamada amiga”. No una llamada de control, al contrario, una llamada periódica, un contacto para confirmar si las cosas van bien, si se han encontrado con algún obstáculo o para dar esa información que de otro modo obtendría de ese “otro expatriado”, al que sin duda ha conocido en destino.

Los expatriados necesitan ver a la compañía como cercana. Quizás sea lo más difícil, pero sin duda el encontrarnos con una compañía que apoya al expatriado y le ayuda a salvar obstáculos, es una compañía en la que él querrá seguir creciendo.

Arruti Consulting

El retorno, un gran RETO para las empresas (sí, en mayúsculas), puede hacer que el crecimiento sea significativo si conseguimos que el expatriado aporte el conocimiento adquirido en el exterior nuevamente en la compañía. Ese valor que hemos generado conjuntamente, hagamos que revierta en nosotros mismo.

¿Cuántos expatriados han vuelto antes de tiempo por no haber podido encajar temas culturales o familiares? Quizás contar con la información correcta de manera previa al desplazamiento habría ayudado a ahorrar costes de desplazamientos, formación, tiempo de búsqueda del candidato ideal… y… ¿cuántos expatriados cambian de empresa una vez están en el extranjero? Puede ser “ley de vida” o puede ser que alguien ha sabido ofrecerle lo que en nuestra casa pedía y no sabíamos escuchar…

Valoremos qué podemos hacer para cuidar a nuestros expatriados! Sin duda hay muchas ideas para hacer que nuestros expatriados sean felices. Su felicidad revertirá en la compañía. Retengamos ese talento, sin excusas, tenéis todo mi apoyo.[:][:en] 

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